La prevención
y promoción de la salud se ha transformado en uno de los pilares del sistema de
salud debido a los numerosos beneficios (económicos y sociales) que supone, a
largo plazo, evitar la aparición de enfermedades (prevención primaria),
detectarlas de forma oportuna y aplicar un tratamiento temprano (prevención
secundaria) y reducir el daño una vez producido (prevención terciaria), desde
esta concepción la prevención y promoción de la salud se transforman en una
estrategia de inversión.
Cáncer de mama: se estima que 1 de cada 8 mujeres
desarrollará esta patología. Dato coincidente con
las proyecciones realizadas a nivel nacional, por lo cual es fundamental su
prevención y detección temprana. El método recomendado es la mamografía:
1. Se indica a partir de los 40
años
2. En mujeres de alto riesgo
(existencia de familiares directos que hayan desarrollado la patología) se
recomienda a partir de los 30 años.
3. Si el estudio es negativo, es
decir que no existe patología mamaria, se recomienda una segunda mamografía a
los 40 años, y a partir de esa edad debe efectuarse cada 2 años.
4. A partir de los 50 años, el
estudio debe ser realizado anualmente.
Otra de
los tumores con mayor incidencia es el de útero, el método más eficaz
para su detección temprana es la citología cervical o Papanicolau y la
consiguiente colposcopia, en ambos casos se recomienda realizar estos exámenes
a mujeres que hayan comenzado con las relaciones sexuales y repetirse
anualmente. Con respecto a este tumor, es importante mencionar que posee un
crecimiento muy lento, por lo cual no da síntomas, por esto es sumamente
importante la detección temprana que evita que, en caso de existir lesiones, estas
se conviertan en cáncer invasivo.
El cáncer
de próstata es el segundo tipo de tumor maligno más habitual en varones y
se desarrolla más frecuentemente en individuos mayores de 50 años.
Una
significativa cantidad de hombres que desarrollan cáncer de próstata nunca
presentan síntomas, por lo cual es sumamente importante la detección y el
tratamiento tempranos debido a que aumentan considerablemente las perspectivas
de curación. Es importante mencionar que él diagnostico de la patología cuando
aún se encuentra localizada (confinada en la próstata) eleva el promedio de
supervivencia.
En
consecuencia, el 70% de los pacientes a quienes se detecta el tumor
tempranamente se curan, los especialistas sugieren que todo varón acceda a la
realización de un control urológico anual:
1. A partir de los 40 años si se
poseen antecedentes de cáncer de próstata en la ascendencia paterna (padre,
abuelo, tíos o hermanos) ya que esto aumenta el riesgo genético.
2. A partir de los 50 años si no
existen antecedentes familiares.
El
objetivo de las pruebas de detección temprana es encontrar el cáncer antes de
que cause síntomas, con el objetivo de que pueda ser tratado eficazmente.
Con
frecuencia se encuentra el cáncer de la próstata en sus etapas tempranas
mediante el análisis de la cantidad de antígeno prostático específico en la
sangre o a través de la realización de un examen urológico. La Sociedad
Americana del Cáncer afirma que los profesionales de la salud, deberían ofrecer
este control anual a partir de los 50 años.
De esta
forma, existe consenso acerca de la importancia de la realización de campañas
de prevención que posean un carácter continuo con el fin último de ampliar las
posibilidades de curación y de reducir los costos que demanda al sistema de
salud el tratamiento de la patología en estadíos avanzados.
El control urológico consiste en:
- Una consulta con especialista.
- Determinación del antígeno prostático.
- Ecografía abdominal.
El control ginecológico consiste
en:
- Una mamografía.
- PAP y colposcopia.
- Una consulta.
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